FAUNA NATIVA DEL URUGUAY
HORNERO (Furnarius rufus rufus)
Es una de las aves típicas del Uruguay. Se la reconoce por su
coloración castaña y por su nido característico. Este es hecho con
barro y estiércol de caballo que la pareja transporta y acomoda,
realizando la tarea en etapas y dejando que los materiales acarreados se
sequen, lo que le da gran resistencia.
Se alimenta de insectos y larvas de los mismos que atrapa en el suelo.
Se reproduce en Setiembre-Octubre; la hembra en general pone
cuatro huevos
de color blanco. La incubación se realiza dentro del nido, sobre un
tapiz
de plumas. El nido de barro es esférico con un tabique vertical
helicoidal y una abertura circular. Una vez abandonado, es utilizado por
otras especies para anidar.
ZORRO GRIS (Dusicyon gymnocercus)
Su alzada a la cruz es de 45 centímetros. Es muy abundante. Tiene
en promedio cuatro crías al año. Se alimenta de insectos, pequeños
mamíferos, frutas y animales muertos. Se le acusa de ser responsable de
predación sobre lanares, sobre todo corderos. Esto ha sido descartado
por estudios de contenidos estomacales y porque carece de los parásitos
transmitidos por los ovinos.
Tiene hábitos crepusculares y nocturnos. Es frecuente verlos
cruzar las carreteras donde también pueden hallárselos muertos por
vehículos.
PELUDO (Euphractus sexcinctus flavimanus)
Debe su nombre popular a los pelos largos y blanquecinos que se
encuentran entre los anillos móviles del caparazón. Estos son de seis a
ocho. Su cabeza en forma cónica y achatada en su parte superior, lo
distingue de los otros integrantes de la familia de los dasipódidos. En
los miembros anteriores, poseen uñas largas y fuertes, las que usa para
cavar la cueva, en la que vive.
Generalmente la construye dentro del monte, entre las raíces de los árboles.
Su cola es larga y está protegida por un estuche formado de
anillos de placas óseas recubiertas por córneas. Las hembras paren dos
crías que pueden ser de sexos iguales o diferentes. Se alimentan de
invertebrados, vegetales y suelen comer carroña. Su habitat es en montes
marginales a cursos de agua y usan el ecotono con la pradera para su
alimentación.
BENTEVEO (Pitangus sulphuratus argentinus)
Es un típico representante de la familia de los tiranidos.
Construye su nido entre las ramas de los árboles, utilizando lana y otros materiales.
Exteriormente es un nido con apariencia desordenada. La hembra
pone de tres a cuatro huevos. Se alimenta de insectos que caza al
vuelo, utilizando la técnica del acecho, posado sobre una percha
esperando el paso de su presa.
Se lanza sobre ésta y regresa a su apostadero, repitiendo esta
técnica sucesivamnete. Suele practicarla también cerca o sobre el agua,
perchado sobre una rama o junco para pescar pequeños peces de los que
también se alimenta. Preda abejas, motivo porque es perseguido por los
apicultores. Es abundante en todo el país y en la ciudad de Montevideo.
SAPO GRANDE (Bufo arenarum arenarum)
Se lo reconoce por tener la piel adherida al cráneo, por poseer
crestas cefálicas bien desarrolladas, con pupila horizontal. Su piel es
gruesa, cornificada, glandular con aspecto verrugoso. Sus glándulas
parótidas bien desarrolladas, su tímpano visible sin dificultad. En
sus manos se aprecian cuatro dedos y en sus
miembros posteriores cinco. Coloración dorsal verde grisáceo con manchas
amarillas, ventralmente blanco grisáceo.
Se alimenta de insectos, lombrices y crustáceos terrestres.
En los apiarios son combatidos por los apicultores por
alimentarse de abejas. Se los suele ver en las playas de los
Departamentos de Maldonado y Rocha, durante las noches en la línea de
marea alimentándose de insectos que trae la resaca y en zonas rocosas
cerca del agua marina ingieren isópodos.
En invierno se guarecen en cuevas o se los encuentra entre
maderas, bajo chapas, etc. Son sedentarios. En los meses de
actividad, salen de sus refugios al crepúsculo, teniendo su actividad
durante la noche.
Durante la época de reproducción los machos son reconocibles
por sus miembros anteriores robustos y con callos nupciales en las manos. Esta dura desde fines de agosto hasta marzo.
Los machos poseen saco gular el cual dilatan durante su
canto. El amplexo se realiza en el agua. Las hembras son atraídas por la
voz de su congénere. Estas expulsan sus óvulos a causa de la presión
que ejerce el macho en el amplexo. Estos óvulos en número de 30.000 a
40.000 son expulsados en cordones gelatinosos dobles, la fecundación es
externa. El estado de larva dura
aproximadamente un mes, al metamorfosearse miden 1 cm, los adultos
llegan a los 8-14 cm.
CARPINCHO (Hidrochoerus hidrochaeris)
Es la especie más grande dentro del grupo de los roedores.
Se identifica fácilmente por las dimensiones que alcanzan los
adultos, más de 1 m de longitud total, por sus patas que son
cortas en relación a su cuerpo, cola no visible, con orejas
pequeñas, que se encuentran en posición dorsal igual que sus
narinas y ojos. En las patas anteriores poseen cuatro dedos y
tres en las posteriores, con membrana interdigital y fuertes uñas. Su
coloración es en general castaña, variando de oscura a
rojiza.
Vive en pequeñas manadas sedentarias, compuestas por un
macho adulto y varias hembras con sus crías, con estructura
social bien definida.
Los machos poseen una glándula en la parte superior del
hocico entre los ojos y las narinas, con una zona sin pelos, con
la que marcan su territorio frotándola en troncos de árboles.
El cortejo y apareamiento se produce en el agua. Ambos sexos
alcanzan la madurez sexual al año. Se reproducen durante todo el
año. La gestación dura de 120 a 130 días, paren de una a ocho crías, y de una a dos camadas por año.
Su habitat es anfibio y su alimentación es herbívora,
pastan cerca del agua o sobre la vegetación emergente o sumergida.
Es de hábitos diurnos en zonas donde no se les persigue, y
nocturnas en lugares donde se los caza. En tierra sus desplazamientos
son generalmente lentos, pero en caso de peligro
emprende carrera, lanzándose al agua, y nadando ágilmente;
puede permanecer sumergido varios minutos.
Su distribución en el Uruguay abarca todo el territorio en
zonas húmedas, en los últimos años las poblaciones vienen bajando a causa de la caza furtiva. No se encuentra en peligro de
extinción dado su alta tasa reproductiva. Desde 1985 existen
cinco criaderos autorizados de esta especie.